Un año más, con Transitum Natura , hemos despedido el año con una ruta especial, acabada en una cena. Aquí damos cuenta de la ruta, pues fue "especialmente especial" : una ruta nocturna, en una noche de cielo despejado e incluyendo algunas actividades que...¡Mejor os las presento! Inicio de la ruta, cuando aún quedaba algo de luz, para favorecer la adaptación de los ojos a la oscuridad. Empezamos por buenos caminos, para ir cogiendo confianza poco a poco. Antes de llegar al bosque, nos despedimos de los últimos reflejos de luz. Y llega el momento de encender las frontales y de poco a poco, centrarse en el camino. Las dificultades habituales en las sendas que discurren junto al río Mandeo, se disparan por la noche, lo cual genera máxima concentración y presencia. Una vez adaptados los ojos y los cuerpos, nos damos unos metros de separación, no hacen falta muchos para ver desaparecer en la noche a la persona que llevamos delante, ni sentir a la que viene
Rutas y prácticas mindfulness en la naturaleza, inspiradas en la ecología profunda.